Recopa de Europa de 1995

De Real Zaragoza. Zarapasionpedia

 
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La siguiente aparición fue la de Esnaider. El argentino se puso al lado del balón y sin avisar a nadie lanzó un tiro con la izquierda que Seaman acompañó con la vista hasta el fondo. Una hora después se repetiría el jolgorio. Pero antes del triunfo definitivo, una jugada rápida del Arsenal fue culminada por Wrigth en un empate que sonó tremendamente en un lado del estadio. No parecía justo, pero el empate se convertía en una terrible realidad para el Zaragoza.
La siguiente aparición fue la de Esnaider. El argentino se puso al lado del balón y sin avisar a nadie lanzó un tiro con la izquierda que Seaman acompañó con la vista hasta el fondo. Una hora después se repetiría el jolgorio. Pero antes del triunfo definitivo, una jugada rápida del Arsenal fue culminada por Wrigth en un empate que sonó tremendamente en un lado del estadio. No parecía justo, pero el empate se convertía en una terrible realidad para el Zaragoza.
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El resto del encuentro fue una angustia compartida. El empuje salvaje del Arsenal y las ocasiones perdidas del Zaragoza. Y al final de la prórroga sobrevino la tercera aparición. Nayim, un musulmán de Ceuta, que logró reunir ayer a su Dios y a la Pilarica y ponerles la misma camiseta.
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[[Archivo:Recopa Caceres.jpg|thumb|200px|left|Cáceres euforico.]]El resto del encuentro fue una angustia compartida. El empuje salvaje del Arsenal y las ocasiones perdidas del Zaragoza. Y al final de la prórroga sobrevino la tercera aparición. Nayim, un musulmán de Ceuta, que logró reunir ayer a su Dios y a la Pilarica y ponerles la misma camiseta.
Los jugadores mantuvieron la calma justa y solicitada mientras Lennar Johansson les entregaba la correspondiente medalla a cada jugado y la copa iba pasando de uno en uno. Los jugadores del Zaragoza miraban hacia todos los lados antes de subir a la tarima que la UEFA había instalado en menos de uno minuto frente al palco de honor. La plantilla tenía tantas ganas de subir como de ascender para correr hacia la esquina «Coupe Boulogne», habitual cobijo de los ultras del Paris Saint Germain y que ayer albergaba al grupo más ruidoso de los aficionados zaragocistas. Esnáider era un auténtico «loco enfurecido», Solana, agotado en los últimos minutos de la prórroga aceleraba sobre el césped de forma inexplicable; Aguado no tenía que marcar a nadie, pero cubrió el trofeo con las mismas ganas que a los delanteros ingleses; Nayim, «el héroe», parecía haber dejado de un lado su flema, incubada en Ceuta y tratada en Londres; Cedrún corría como un avestruz... Y Belsué agarró la copa y se subió al larguero de la portería del milagro, y acarició la parte por la que él creyó ver pasar el balón enviado por Nayim.
Los jugadores mantuvieron la calma justa y solicitada mientras Lennar Johansson les entregaba la correspondiente medalla a cada jugado y la copa iba pasando de uno en uno. Los jugadores del Zaragoza miraban hacia todos los lados antes de subir a la tarima que la UEFA había instalado en menos de uno minuto frente al palco de honor. La plantilla tenía tantas ganas de subir como de ascender para correr hacia la esquina «Coupe Boulogne», habitual cobijo de los ultras del Paris Saint Germain y que ayer albergaba al grupo más ruidoso de los aficionados zaragocistas. Esnáider era un auténtico «loco enfurecido», Solana, agotado en los últimos minutos de la prórroga aceleraba sobre el césped de forma inexplicable; Aguado no tenía que marcar a nadie, pero cubrió el trofeo con las mismas ganas que a los delanteros ingleses; Nayim, «el héroe», parecía haber dejado de un lado su flema, incubada en Ceuta y tratada en Londres; Cedrún corría como un avestruz... Y Belsué agarró la copa y se subió al larguero de la portería del milagro, y acarició la parte por la que él creyó ver pasar el balón enviado por Nayim.

última version al 19:38 28 nov 2009