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[[Diogo]] y Luis Fabiano se enredaron en una larga pelea a puñetazos al concluir el encuentro de la jornada 17 del 6 de enero de 2007. Hubo un pisotón original y después un amago de cabezazo del Sevillista al que respondió el uruguayo con un contundente puñetazo que casi derriba a Luis Fabiano. Después, ambos, moviendo los brazos como en un molinete, intercambiaron golpes durante unos 10 segundos. El árbitro les enseñó sendas tarjetas rojas con el partido ya concluido. La sanción a la que se exponían los dos jugadores oscilaba entre tres y nueve encuentros.

El lateral zaragocista [[Diogo]] pidió perdón por la pelea. El uruguayo explicó el incidente: "Él llega a la línea de fondo y lo piso sin querer, pero no entendió que fue sin querer y ese fue el problema, discutimos y nos peleamos". "Pido disculpas a toda la gente", insistió el jugador.

El Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol sancionó con cinco partidos de suspensión a [[Diogo]], y al brasileño Luis Fabiano del Sevilla por la pelea protagonizada por ambos.

Los dos jugadores, que se enzarzaron a puñetazos y fueron expulsados, fueron sancionados en aplicación del artículo 122.f) de los Estatutos federativos, que impone una sanción de entre cuatro y doce partidos por agredir a otro jugador. Tras el incidente, Luis Fabiano, delantero del Sevilla, comentó la pelea y pidió perdón por el incidente feo. El brasileño aseguró que sintió vergüenza al verlo, sobre todo cuando su hija de tres años le dijo que eso no se hace. El uruguayo Carlos Diogo señaló que el incidente no es lo más adecuado pero que son situaciones que a veces ocurren hasta en los entrenamientos.

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