Copa del Rey de 2004

De Real Zaragoza. Zarapasionpedia

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La noche había cambiado, el cierto miedo que se podía sentir por el marcador en contra se había esfumado y la gente entonces supo que, si [[Lainez]] seguía parando todo, [[Milito]] seguía providencial, [[Álvaro]] seguía seguro en el corte, [[Cani]] y [[Savio]] seguían creando peligro, [[Toledo]] y [[Cuartero]] seguían ayudando al centro y a la defensa, [[Movilla]] seguía distribuyendo el juego, [[Dani]] corría y tiraba y [[Villa]] seguía buscando su gol, la Copa se iba a ir al ciudad del Ebro.
La noche había cambiado, el cierto miedo que se podía sentir por el marcador en contra se había esfumado y la gente entonces supo que, si [[Lainez]] seguía parando todo, [[Milito]] seguía providencial, [[Álvaro]] seguía seguro en el corte, [[Cani]] y [[Savio]] seguían creando peligro, [[Toledo]] y [[Cuartero]] seguían ayudando al centro y a la defensa, [[Movilla]] seguía distribuyendo el juego, [[Dani]] corría y tiraba y [[Villa]] seguía buscando su gol, la Copa se iba a ir al ciudad del Ebro.
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Todo siguió igual y como si de un sueño se tratase, [[Villa]] abría su particular tarro de las esencias al transformar un penalti claro cometido sobre él mismo al final del primer tiempo. El guaje estallaba de alegría y la afición se moría de gozo. Se había dado la vuelta al marcador y la afición maña disfrutaba viendo jugar a su equipo con un fútbol de clase que estaba bajando a la tierra a los supuestos galácticos. Llegó así un merecido descanso no sólo por el esfuerzo de los jugadores sino también por el derroche de la afición maña.
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[[Archivo:Copa2004(1).jpg|thumb|200px|right|Movilla con la Copa.]]Todo siguió igual y como si de un sueño se tratase, [[Villa]] abría su particular tarro de las esencias al transformar un penalti claro cometido sobre él mismo al final del primer tiempo. El guaje estallaba de alegría y la afición se moría de gozo. Se había dado la vuelta al marcador y la afición maña disfrutaba viendo jugar a su equipo con un fútbol de clase que estaba bajando a la tierra a los supuestos galácticos. Llegó así un merecido descanso no sólo por el esfuerzo de los jugadores sino también por el derroche de la afición maña.
No había que esperar más. El tiempo de descanso se cumplió y la segunda parte arrancaba ya con el 2-1 favorable al Real Zaragoza. De nuevo volvieron los cánticos, los gritos, los ánimos y los miedos, ya que a los pocos minutos, era Roberto Carlos el que ponía el empate con un potentísimo disparo que sorprendió por bajo a Lainez en un saque de falta.
No había que esperar más. El tiempo de descanso se cumplió y la segunda parte arrancaba ya con el 2-1 favorable al Real Zaragoza. De nuevo volvieron los cánticos, los gritos, los ánimos y los miedos, ya que a los pocos minutos, era Roberto Carlos el que ponía el empate con un potentísimo disparo que sorprendió por bajo a Lainez en un saque de falta.

Revisión de 07:38 26 nov 2009