Inexplicable sentarte en los pisoteados asientos de la Romareda a las cuatro de la tarde, con la digestión a medias y la placidez del sueñecito que da una buena comida de domingo. Pero allí estábamos los tres cuartos de entrada habituales, agradeciendo al cielo cada una de las nubes que se interponían entre el astro rey y nosotros y a Eolo que el cierzo soplase como habitúa en estas fechas.
Recibíamos de nuevo al RCD Espanyol como hace casi un mes pero esta vez con tres puntos en juego que ansiaban tanto los unos como los otros. En el caso del Real Zaragoza, Aguirre propuso sobre el campo el mismo once que contra el Rayo Vallecano, con Meira haciendo de Ponzio y Ponzio componiendo el doble pivote organizador junto con un afortunadamente anárquico Ruben Micael. Abiertos en las bandas Luis García y Lafita para asistir a Postiga.
Entre la verticalidad del Espanyol y la telaraña defensiva del Real Zaragoza, los primeros en marcar el tempo del partido fueron los de casa. Aunque lento y algo patoso, el equipo maño por fin consiguió dar los primeros compases de una sinfonía grupal. Ya empezaban a parecer un equipo y Micael a coger la responsabilidad del juego. De hecho, la primera jugada clara de peligro la generaron entre el portugués y Ángel Lafita aunque el primero no acertó con la bolea, igual que llegó demasiado forzado a un remate que parecía diáfano casi en la línea de gol para rematar una jugada de Postiga.
Sin embargo, había un invitado especial a esta merienda. Los ganchitos y la coca cola los traía Luis García que fiel al azul y blanco por una vez no sería la pesadilla zaragocista sino la alegría de una afición hambrienta de victoria, deseosa de alzar las bufandas al viento. El ex españolista se puso el traje de profesional y olvidó las lágrimas de su despedida para perforar las redes de Cristian Álvarez en el minuto veintinueve con un cabezazo cruzado.
A la vuelta del descanso, cuando más pegaba el sol en el Fondo Norte, vino a nublarse la claridad futbolística zaragocista e incluso la de Javier Aguirre. La segunda parte la comandó el Espanyol pero no remató al rival que supo levantarse cuando ya terminaba la batalla. La entrada de Weiss y Pandiani dieron otra orientación a los barceloneses mientras que Aguirre sacó la pieza equivocada de la torre que se quedó oscilando peligrosamente. Sacó a Ponzio del juego para introducir al extremo Barrera lo que hizo que el centro de campo se disolviese. Fue entonces cuando llegaron las mejores ocasiones del Espanyol e incluso el empate de Javi López. Siete minutos después Javier Aguirre trataba de subsanar el error con la entrada de Abraham en el medio en lugar de Meira. Poco a poco se fue recomponiendo lo suficiente el equipo como para tener la opción de lanzar un penalti cuando arrasaron a Lafita en el área. De nuevo, Luis García agarró el balón sin miedo a la responsabilidad pero el destino interpuso la pierna de su antiguo compañero entre su disparo y las redes.
Faltaba un cambio, faltaba Braulio sobre el terreno para sustituir a un desasistido y pobre en colocación Helder Postiga cuyo único mérito en la tarde de ayer fue un gol en situación de fuera de juego, bien anulado por el colegiado, que se produjo posiblemente en el único momento en que no estaba de espaldas a la portería. Por su parte, el canario es sabido que carece de gol pero que le sobra pelea y lucha para no dar por perdido ni un solo balón y tal vez fue eso lo que evitó que ya en los últimos minutos del encuentro nadie bajase los brazos y se continuase lanzando balones lacónicos al área hasta que acertaron con el pie agraciado de Luis García y esta vez sí, esta vez acertó entre los tres palos salvando a Cristián Álvarez. Ya era el minuto noventa y dos y a la grada no nos quedaba nada más que suplicar al trencilla el triple pitido final y apagar sutilmente los marcadores, dando por iniciativa propia por terminado un partido de juego aburrido pero que mantuvo la tensión hasta el final.
Lo mejor de ayer, levantarse por la mañana para leer la prensa nacional y darte cuenta que no tienes que empezar a buscar tu escudo por el final. Paso a paso, el destino nos prepara una pequeña cuesta para esta semana, si ayer fuimos de merienda el jueves y el domingo asistiremos ya cenados a los encuentro contra el Betis y contra el Málaga.
Ficha del partido:
R. Zaragoza: Roberto; Juárez, Da Silva, Mateos, Paredes; Meira (Abraham, min.79); Luis García, Ponzio (Barrera, min.60), Rúben Micael, Lafita; y Helder Postiga (Braulio, min.82).
R.C.D. Espanyol: Cristian Alvarez; Javi López, Forlín, Héctor Moreno, Didac; Baena, Márquez (Weiss, min. 46); Sergio García, Verdú (Romaric, min.25), Thievy; y Alvaro (Pandiani, min.46).
Goles: 1-0. min.29. Luis García; 1-1. min.72. Javi López; 2-1. min.93. Luis García.
Árbitro: Paradas Romero, del C. Andaluz. Expulsó por doble tarjeta a Javi López (m.86) Amonestó a Helder Postiga, por el Real Zaragoza, y a Márquez, Romaric y Weiss.
Anjuel&Salduie
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