Sentido común y responsabilidad, tampoco es pedir demasiado.

Parece ser que tras la muerte de un ultra a manos de otros ultras, las autoridades deportivas y sobre todo futboleras de este país se han puesto manos a la obra para erradicar la violencia del  futbol. Tarde, como siempre, pero ahora seguro que no nos dejan ni respirar en los estadios.

Tras más de 30 años a cuestas con el tema ultra, ya podemos decir que lo hemos visto casi todo. Solo nos falta una normativa excesivamente restrictiva que acabe echando a la gente, no ultra, de los estadios.

Resulta curioso ver, eso sí, como la mayoría de clubes y también un amplio sector de la prensa han “apoyado” durante años este fenómeno. A mí no se me olvida como, cuando mataron a Aitor Zabaleta, desde la prensa de Madrid, se lleno de mierda al fallecido. Que si era abertzale, que si una bandera de ETA que nunca apareció, que si verdes, que si maduras. Eso mismo, o parecido, ha vuelto a suceder ahora con la muerte del, tristemente, famoso Jimmy. Se ha hablado de su vida y de sus milagros hasta la saciedad, en lo que a ojos de mucha gente, parece un claro intento de tapar que los asesinos de ambos han sido el Frente Atlético, hinchas de un equipo de la capital del Estado, donde a la sazón, existen los dos grandes periódicos deportivos del país y también conviven los más conocidos periodistas deportivos de radio y televisión. Algo huele a podrido en todo eso, sobre todo en la campaña que se hizo en su día contra el seguidor de la Real. Fue vomitiva.

Y es que uno, tampoco olvida como desde esos mismos medios se ha tratado a la afición del Real Zaragoza, entre los que me cuento. No a los ultras de Ligallo o Avispero, no. Nos han metido siempre a toda la afición zaragocista en el mismo saco. Aquí no ha habido excusas, ni embustes, ni intentos por desviar la atención.

Me acuerdo de el Sr. De La Morena hablando de “su amigo Eto”, cuando este provocador la lio en la Romareda y se le aulló y se le llamo mono. Cosa que se hacía en todos campos de España, con cabezas de cerdo y agresiones a jugadores incluidas en los dos más grandes y que en cambio recibieron distinto tratamiento mediatico.

Me acuerdo de la calificación de afición violenta que se nos puso por etiqueta el día del 6-3 al Barça de hace 20 años, cuando haciendo lo que se hacía en todos los campos de España por entonces, bajar corriendo por el fondo, cedieron las vallas y la gente cayo al foso.

Me acuerdo de cómo se nos trato, cuando un grupo de gente, viendo lo que su equipo estaba haciendo en el campo, los retuvo durante horas en el vestuario de la Romareda, del cual solo salió cuando quiso Cesar Laínez al cual la mayoría de la gente aplaudió y respeto en su salida.

Y  hay más ejemplos, seguro que sí. Alguna bengala sin daños que cae al césped de la Romareda y no como aquella en Barcelona que mato a un niño que estaba en la grada de enfrente, etc., etc.

La ultima es ver el tratamiento por amaño de un partido que se está dando, al tratarse del Real Zaragoza y como en cambio, se tapan todos los que son de sobras conocidos por todos, pero que no se investigan, ni señalan, ni acusan y de los cuales, en alguna ocasión hemos sido víctimas. El famoso doble rasero de la prensa deportiva de este país.

Estamos en el punto de mira, seguro que sí. Somos víctima propiciatoria para recibir un escarmiento que aleccione al resto de aficiones. Se habla de restar puntos e incluso de la categoría. Y tenemos muchos números para ser los primeros en recibir tan severo castigo, con el apoyo y beneplácito de la prensa nacional, que ya sabemos lo mucho que nos quiere y lo bien que acostumbra a tratarnos, como club y como afición.

Es por ello, que desde aquí apelo al sentido común y la responsabilidad de todos. Sobre todo del club, pues desgraciadamente no creo que los ultras zaragocistas tengan ni de lo uno, ni de lo otro. Se vio hace unas semanas en Soria.

Hay que acabar con las prebendas hacia esta gente. Hay que separarlos y evitar que el Real Zaragoza se vea perjudicado por ellos y hay que hacerlo de manera inmediata. Perder la categoría seria la ruina definitiva del club y la posible desaparición del mismo.

Sr. Lapetra y toda su junta directiva, ustedes verán lo que más le conviene al Real Zaragoza. Mucha gente lo tenemos bastante claro, espero que ustedes también. Tampoco se pide tanto.